Esta pasada
semana, nos han informado en fábrica a través de un almuerzo participativo, del
despido de otro compañero, esta vez en Sucursal Zaragoza.
El compañero cuyo nombre no sabemos,
parece ser que llevaba 15 años en la empresa. Otro más al cual se le había
pedido la colaboración, la implicación y que como todos y cada uno de nosotros
desarrollaba el trabajo con responsabilidad y dedicación y que también como
cada uno de nosotros se esforzaba diariamente en realizarlo, con las exigencias
que requiere la empresa que no son pocas en todos y cada uno de los puestos de
trabajo.
En la sección o departamento de sucursal
Zaragoza, son bastante particulares, puesto que las exigencias son si cabe más
determinantes debido a que son muchas las circunstancias que rodean el puesto
de trabajo, muchos más riesgos y precauciones las que hay que tener en cuenta,
pero todas y cada una de ellas las cumplía escrupulosamente.
Dicho esto. Salvaguardando y respetando como
no puede ser de otra manera la opción o derecho que cada sección sindical tiene
a la hora de defender a sus afiliados, me parece del todo reprochable que por
parte del comité de empresa no se haya dado traslado a la plantilla de un hecho
de tal magnitud, que como trabajadores y a su vez compañeros del despedido
también tenemos derecho a conocer.
No solo estamos aquí para votar sí o no a
una huelga o a un convenio.
El conocimiento por parte del conjunto de los
trabajadores de los hechos cotidianos, importantes y o determinantes que
nuestro comité de empresa trata, negocia o resuelve con la misma, así como las
acciones que lleva a cabo, y por supuesto las notificaciones que ella traslada
al mismo, son de vital importancia para la plantilla, puesto que nos refuerza
como colectivo ante situaciones como esta, el despido de un trabajador que ha
estado 15 años con nosotros y de la noche a la mañana, sin motivo, sin
explicaciones, sin haber habido alguna sanción por el camino, de repente ESTA
DESPEDIDO.
La lista de compañeros despedidos, así como la
utilización constante y desmedida de compañeros de ETT., que sistemáticamente
vuelven o no, pasado el tiempo respectivo, a cubrir el mismo puesto de trabajo, está empezando a ser
INSOPORTABLE.
Juan I.
Gaona Celda 10 B